“Yo entrenaba y trataba de hablar poco –
explicaba Raúl en una entrevista en TABLERO DEPORTIVO - porque la gente te dice que estás loco, que no lo vas a conseguir.
Inclusive antes se hizo un selectivo de 30 km y lo gané bien. Estaba preparado.
No digo que iba a bajar el récord así nomás, pero sí con confianza. Mirá lo que
es la mente porque cuando pasé los 40 km me gritaron el parcial. Me faltaban
2000 metros y venía justo para bajarlo. Entonces levanté el ritmo y llegué a
bajarlo por 4 segundos”.
El
sampedrino estaba en su mejor momento, ya que al año siguiente ganaría el
maratón de Madrid y era gran candidato a clasificar para los JJ.OO. de Moscú
’80. Sin embargo, no pudo ser por cuestiones ajenas: Argentina se adhirió al
boicot de algunos países occidentales, encabezados por EE.UU., para no ir a la
capital de la por entonces U.R.S.S. Claro que nada opacó una marca que dejó su
huella en los maratones nacionales.
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